Gran implicación de la comunidad, bajo impacto ambiental. Los nuevos chicos del barrio aportan un nuevo paradigma de desarrollo que resulta alentador. El Hotel Desierto Azul, en Todos Santos, y el Hotel So Far So Good, en El Pescadero, están demostrando cómo los nuevos hoteles y restaurantes que llegan a nuestras costas pueden tener un impacto mínimo en la abundante naturaleza y las limitadas infraestructuras de nuestros pueblos, al tiempo que repercuten de forma tremendamente positiva en la vida de la comunidad.
Desierto Azul es el proyecto de pasión de Nilu Feregrino y Fabrizio Cavallo, una pareja mexicano-italiana que abrió su hotel y la escuela de cocina que lo acompaña hace aproximadamente un año. Su ambiente es claramente new age («Descubre un enfoque más consciente de las vacaciones. Desconecta y regenérate en armonía con la naturaleza»), pero detrás de la cocina basada en plantas, las suites aromáticas y la energía detox diseñada para tener un impacto esclarecedor en la conciencia de los huéspedes, está el trabajo extremadamente duro de limitar su impacto en la tierra y los recursos locales. «Los paneles solares que proporcionan electricidad, el biodigestor que convierte nuestras aguas negras en aguas grises para el jardín, el sistema central de filtración de agua Water Ways Baja, que suministra agua potable a todo el hotel… son opciones caras», señala Nilu, la mitad mexicana de la pareja. Fabrizio, la parte italiana de la asociación, retoma su tema. «Como optamos por poner en práctica estas opciones de cero residuos desde el principio, tuvimos que limitar nuestra inversión en otros lugares. Actualmente sólo tenemos 4 suites, y sólo hemos puesto en marcha la primera fase para nuestro jardín y la zona de la piscina. Nuestro objetivo es ayudar a los huéspedes a ver una alternativa a los productos químicos con los que nos bombardean cada día y ayudar a influir en las decisiones que toman para lograr un estado más saludable. Predicamos con el ejemplo en las elecciones que hacemos para el hotel y la escuela de cocina». Se anima a los residentes a participar en sus clases de cocina basada en plantas.
Alejandro Guerra Uribe y Enrique Velasco, propietarios del nuevo Hotel So Far So Good y del restaurante adyacente Mucho Bueno, también han invertido en sus instalaciones pensando en la salud de sus huéspedes y en el entorno local. Sólo utilizan energía solar para obtener electricidad y calentar agua. Tienen sus propios sistemas de tratamiento de aguas negras y grises. Compostan los productos orgánicos de su restaurante, totalmente vegetal, y recogen todos los materiales reciclables y los entregan en una planta de La Paz. Pero sus esfuerzos no se detienen en la puerta de su casa. Animan a la gente de la comunidad a depositar el reciclaje en sus contenedores y organizan una limpieza de playas y carreteras todos los sábados por la mañana en Los Cerritos. Si quieres unirte, se reúnen en el restaurante Mucho Bueno a las 7 de la mañana.
Al igual que el Desierto Azul, el Hotel So Far So Good tiene varias prácticas que reflejan su enfoque empresarial de cero residuos. Entre estos esfuerzos se encuentran:
-
Un sistema central de filtración del agua para que no haya botellas de plástico en la propiedad
-
Comprar a granel o rellenar el mayor número posible de artículos, como café, té y productos de baño, para reducir el plástico y los envases.
Recursos utilizados por una o ambas empresas para contribuir a sus esfuerzos por reducir a cero los residuos:
-
Sirena Vegetal. Empresa de Los Cabos que suministra productos de baño biodegradables en envases rellenables
-
Café de la gratitud. Cafetera ecológica de La Paz que se adhiere a los principios de residuo cero y vende café en grandes recipientes rellenables.
-
Water Ways Baja. Empresa de filtración de agua con sede en Todos Santos.
-
Papel tisú biológicamente activo BATP. Puede utilizarse junto con un biodigestor.
Desierto Azul y el Hotel So Far So Good / Restaurante Mucho Bueno son verdaderos líderes en desarrollo sostenible y ofrecen un gran modelo para otras empresas de la zona.